domingo, 22 de marzo de 2015

ESTADO Y TERRITORIO: EL CASO DE SEALAND


Cuando era un joven estudiante que comenzaba en el mundo de la filatelia, me gustaba buscar en el atlas dónde estaban los países que emitían esos sellos. Pero en algún caso la búsqueda era infructuosa porque aquellos países no aparecían por ninguna parte... Aún tarde un tiempo en enterarme de que la picaresca en el mundo de la filatelia nació casi con el coleccionismo de sellos.
Hablando estos días en clase sobre las diferencias entre nación y estado y los elementos imprescindibles que debe tener un estado me ha venido a la memoria la historia de Sealand, quizá el microestado más famoso del mundo.

La historia del Principado de Sealand comienza en 1967, cuando un locutor de una emisora pirata de radio ocupó una vieja plataforma de defensa antiaérea de la Segunda Guerra Mundial situada en el Canal de la Mancha, en aguas internacionales. Allí proclama el nacimiento del estado independiente de Sealand, que adopta la forma de monarquía hereditaria.
Pero... ¿cómo es exactamente el territorio sobre el que ejerce su soberanía este estado? Pues aquí incluyo una fotografía y un mapa con su localización.



 La verdad es que fijar la residencia habitual en Sealand puede llegar a ser duro... parece el lugar perfecto para grabar algún "reality show" donde encerrar a varias personas hasta que lleguen a las manos. De hecho, esto ya ha ocurrido a lo largo de la historia de Sealand: en 1978, hubo un intento de golpe de estado y el fundador del principado fue expulsado del "territorio nacional"; desde Holanda preparó la "reconquista" de Sealand, consiguiendo hacer prisioneros a los golpistas. Tras su liberación uno de ellos se instaló en Alemania y se autoproclamó "Gobierno Legítimo de Sealand en el exilio".
Ya iban completando los elementos propios de cualquier estado soberano: territorio, enfrentamientos civiles, golpes de estado, gobiernos en el exilio... Pero aún faltaba la jugada maestra para intentar llenar las arcas de la Hacienda de Sealand: emitir sellos y monedas. Desde luego ni unos no otras estaban pensadas para circular por Sealand, sino que todo iba dirigido al mercado del coleccionismo. No sería la primera ocasión en que se usara a los coleccionistas como forma de obtener ingresos (dedicaremos alguna entrada a algunos de los casos más famosos en este sentido).
Todo estado que nace aspira a que el resto de estados le reconozcan como soberano y entablen relaciones con él de igual a igual. Sealand alega que ha conseguido el reconocimiento internacional pero ¿en qué se basan para hacer semejante afirmación? Tras la intentona golpista en Sealand se mantuvo prisionero a una persona de origen alemán. El gobierno alemán envió a un diplomático de su embajada en Londres para hacer entrar en razón a los habitantes de Sealand y que liberaran a su conciudadano. El hecho de enviar un emisario fue interpretado por el gobierno de Sealand como una petición de negociaciones por parte de Alemania, lo que consideraron suficiente para proclamar que el gobierno germano les reconocía el estatus de estado soberano. Menuda historia para el guión de una comedia...
Seguro que tenéis curiosidad por saber cómo se viven en Sealand. La verdad es que os sentiréis decepcionados si esperábais ver un suntuoso salón del trono o de recepción de embajadores; a mí me recuerda más bien al aspecto que puede tener cualquier local de reunión de jóvenes amueblado con los muebles desechados por sus padres.

¿Es este el salón del trono?

 La historia de Sealand no pasa de mera anécdota pero nos muestra que si extrapolamos los acontecimientos propios de los estados a los microestados podemos llegar a lo grotesco. ¿Cuando se pelean los de Sealand estamos ante una guerra civil? ¿Enviaría la ONU una fuerza de paz para poner orden en la plataforma? ¿En caso de que no se llegara a ningún acuerdo dividirían el "país" en Sealand del Norte y Sealand del Sur hasta la celebración de un referéndum?

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