Esta entrada está dedicada a la reforma agraria iniciada durante el bienio reformista en la Segunda República. Se intentaba solucionar uno de los principales problemas del país: las malas condiciones de vida de los jornaleros del campo y su imposibilidad de acceder a la propiedad de la tierra. Las procesos de desamortización de los liberales durante el siglo XIX habían permitido que la tierra pasara de unas manos a otras pero no produjeron cambios en la estructura de la propiedad y se mantuvo, especialmente en el sur peninsular, el latifundismo.
La reforma planteada en la Segunda República nace con retraso y consigue poner en su contra a los propietarios agrarios y a los obreros del campo (que se impacientan por la lentitud del proceso). Además, no hay que olvidar la importancia del anarquismo en el campo español; los sindicatos anarquistas se oponen a un proceso dirigido a perpetuar el modelo de propiedad privada burguesa y defenderán la colectivización.
Os incluyo una propuesta de comentario para el fragmento propuesto de la Ley de Bases de la Reforma Agraria.
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